sábado, 1 de mayo de 2010

TIEMPO


Partieron los días

como sombras del viento

cruzando espacios

cada vez más inciertos.


Y se quedó sin días el tiempo

abandonado en su eterno

devenir imponderable.


Como una nube

quieta para siempre.


Detenida.

VA EL DESEO...


Imperceptible

como el matiz de mil cosas

acabadas

y amarrado,

con las velas enredadas

va el deseo,

mojado peso,

crujiente vaivén,

olvidando las claves

y las tretas,

contemplando

infinitudes,

barriendo mugre repetida.

El barco se pudre

y sueña el viento

de aventuras lejanas.

¿Dónde habran de morir

los sueños de mares

verdes o celestes?

¿Acaso esos trapos

no son alas

temblando de miedo?

CIUDAD


Inmensa y quieta

apoyada en mis hombros

imposible, tremenda

derrama en mis espaldas

las calles de mi vida.

Triste

como amanece el silencio

crece

se apretuja

engorda sus costados y vigila los sueños

que se duermen transpirados.

creo

Erraba el creo.
Ahí... el desierto.
Sin saber el horizonte que muestra más nada
vagaba lento y no se anima
todavía
a declararse extraviado
tibio
seco.
Estaba el creo
bajo siglos de piedra
y esperanzas de viento.

Miro... Qué miro?

Estrujo... Qué obtengo?

Siento.... qué siento?

No veo. Lo percibo.

Estrujo la mirada,

que no siento,

como una hoja de papel

una hoja seca.

Aquí en mi mano,

fuerte y dentro

y tiro lejos.

No tan jos de mí.

mutilándome....perdiéndose


El agujero que dejaste en mi corazón

al huir de mí

no logro aún llenarlo con nada.


Voy haciendo equilibrio

por miedo a chorrear

desde tantas heridas.


De a poco fui mutilándome

o mejor dicho, acaso fueron

los deseos en la basura,

el corazón que te di una noche

y los ojos que me robó un silencio

perdiéndose en las sombras.

Ambos codos sobre la baranda,
los ojos metidos en la noche.

Es cierta
esta profunda conexión,
es indudablemente cierta.

La noche transmite un mensaje,
lo exhala,
lo capto al inhalar.

Relámpagos,
un piso once,
el calor de un amor se escapa.

Vos estás en otra cama.
Te veo mirando por la ventana
buscando la luna.

Yo estoy aquí
colgado de un balcón.